Asume este momento sin querer evitarlo a través de la búsqueda de otras ocupaciones que puedan tapar este dolor. Continúa con tu vida, pero dando espacio a los sentimientos que tienes en tu corazón.
Habla de lo ocurrido con otras personas con las que realmente te sientes comprendido porque dan espacio a tu dolor y a tu situación.
Toma tus decisiones en el proceso de adaptación. Aunque como hemos dicho anteriormente, es muy positivo retomar la rutina tras la muerte de un ser querido, cuando se trata de la muerte de un padre, su ausencia puede afectar también a situaciones concretas del día a día. Este es un momento para hacer cambios y aprender a ser fuerte ante la adversidad.
Déjate cuidar por aquellos que te quieren, puesto que sus acciones de cariño son un gesto de empatía con tu estado de ánimo.
Encuentra en ti un buen apoyo. No existe un manual de instrucciones para actuar en una situación así porque cada historia es única.
Excelencia Exequial
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